HUEVOS DE MIL AÑOS
HUEVOS DE MIL AÑOS
¿Alguna vez has escuchado de los “huevos de mil años”? ¿Comerías uno sin saber de qué se trata? Pues hoy les contaré de mi experiencia probando tan peculiar platillo.
Antes les digo que es una comida considerada como un manjar en la cultura china. Este es un huevo de pato, pollo o codorniz que es preservado por varias semanas y hasta meses (antiguamente eran hasta años), para lograrlo el huevo es envuelto en una pasta hecha de arcilla, cenizas, té negro, cal viva, sal y otros cuantos minerales y después en hojas de arroz para evitar que se peguen unos con otros.
Ahora si les describiré aquella experiencia, para empezar abrí el paquete y los huevos venían acomodados individualmente en una charola de unicel y tenían un color muy agradable (a mi gusto) de un color verde grisáceo con motitas verdes.
En realidad no desprendía ningún aroma… hasta que quité el cascarón, en mi nariz directamente evocó como a comida de perro o basura, la verdad en ese momento me estaba arrepintiendo de probarlo, pero ya estaba ahí, no iba a echarme para atrás. El color de la clara había cambiado de la transparencia de siempre a un color igual translúcido pero café y la yema era un tanto café verdosa y tirando a negro. Y ahora si, a lo que tanto temí desde que lo olí había llegado la hora de comerlo. Tomé una parte del huevo y lo metí sin respirar en mi boca que de inmediato se inundó del olor que antes le comenté y lo único en lo que pensaba era en escupir el bocado, pero no podía dejar de probarlo así que me aguanté y ya probandolo bien hasta le agarré un poco el gusto. La clara era completamente gelatinosa y la yema pastosa (a pesar de eso fue la que menos disgusto me causó). Y aquí termina el relato de aquella experiencia.
Desconozco donde puedan conseguir los huevos de mil años, pero si alguno se anima a probarlos y encuentra donde los vendan, les agradecería que me avisen.
Recuerden en comentar este artículo y los demás que se encuentran en este blog. Saludos.
Yaír Fajardo
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